Reciclar de forma adecuada los aparatos eléctricos y electrónicos es una necesidad apremiante si no queremos

contaminar nuestras ciudades y nuestro entorno. Los puntos limpios son centros específicamente acondicionados

para este reciclaje, consiguiendo recuperar más del 80% de los materiales que contienen y dándoles otro uso.

Los aparatos eléctricos y electrónicos han permitido mejorar considerablemente nuestra calidad de vida.

Actualmente, en la mayoría de los hogares hay un gran número de estos aparatos  y cuando dejan de ser útiles,

porque se estropean o se cambian por modelos nuevos, se debe asegurar que su tratamiento como residuo

sea el más respetuoso con el medio ambiente, ya que pueden convertirse en unos residuos muy

contaminantes. La mayoría contienen sustancias como bromo, cadmio, fósforo o mercurio que pueden ser

muy dañinos para la salud y el medio ambiente. Su correcto tratamiento permite además recuperar

metales, plástico y vidrio para su reciclaje.

Cada año, en los países desarrollados se producen hasta 50 millones de toneladas de residuos

electrónicos, el 75% de los cuales desaparece de los circuitos oficiales de reciclaje. Su destino habitual

son vertederos africanos o asiáticos donde contaminan el agua, la tierra y el aire, y envenenan a miles

de personas. Puedes ver más información al respecto en el documental La tragedia electrónica

exportaciones residuos

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Los  aparatos eléctricos y electrónicos están clasificados en las siguientes categorías:

  • Grandes electrodomésticos (equipos refrigeradores, lavadoras, lavavajillas, cocinas, hornos, aparatos de calefacción y de aire acondicionado, etc.), denominados también de línea blanca.
  • Pequeños electrodomésticos (aspiradoras, planchas, tostadoras, máquinas de afeitar, etc.).
  • Equipos de informática y telecomunicaciones (ordenadores, impresoras, calculadoras, teléfonos), que constituyen los aparatos de la línea gris.
  • Aparatos eléctricos de consumo (rádios, televisores, videocámaras, cadenas de alta fidelidad, instrumentos musicales, etc.), que forman la línea marrón.
  • Aparatos de alumbrado (lámparas y bombillas).
  • Herramientas eléctricas y electrónicas (taladradoras, sierras, máquinas de coser, etc.).
  • Juguetes (trenes eléctricos, consolas portátiles, videojuegos, etc.).
  • Materiales médicos (aparatos de radioterapia, cardiología, diálisis, etc.).
  • Instrumentos de vigilancia y control (reguladores de calefacción, detectores, etc.).
  • Máquinas expendedoras (bebidas, productos sólidos, cajeros, etc.).

Los productores de aparatos eléctricos y electrónicos, tienen entre otras, las siguientes obligaciones:

  • Diseñar aparatos fácilmente desmontables.
  • Dar información a las empresas de gestión de residuos sobre la forma de desmontarlos, localización de sustancias peligrosas y los elementos susceptibles de reutilización y reciclado.
  • Informar a los usuarios sobre los criterios para una buena gestión cuando los quieran eliminar, todos estos
  • aparatos deberán estar marcados con un contenedor de basura tachado para que sepan que no se pueden
  • tirar a la basura doméstica.
  • Organizar y financiar la recogida y la gestión de los residuos de aparatos eléctricos y electrónicos.

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Qué hago con los residuos de aparatos eléctricos y electrónicos

No al contenedor de basuraLos aparatos no deben ser eliminados con el resto de residuos. Si el aparato no funciona y se

compra uno nuevo, el establecimiento está obligado por ley a aceptarlo gratis y

encargarse de él para que se gestione de forma conveniente. Los establecimientos de

400 metros cuadrados de venta de aparatos eléctricos y electrónicos, deberán aceptar gratis los aparatos ya usados

muy pequeños, de hasta 25 centímetros, como los teléfonos móviles o transistores, sin que el consumidor deba

comprar otro a cambio. Para el resto de los casos, habrá que llevar el aparato a un punto limpio.

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Tratamiento de los residuos de aparatos eléctricos y electrónicos

Los objetivos del tratamiento de los residuos de aparatos eléctricos y electrónicos debe ser: reducir la cantidad de residuos y la peligrosidad de sus componentes, y regular la gestión para mejorar la protección ambiental, fomentando su reutilización y su valoración.

Reutilización/Reparación: Siempre que sea posible, debe optarse por la reparación de los aparatos eléctricos y electrónicos. Cuando no lo sea, los equipos serán llevados a una planta de tratamiento, para los procesos de descontaminación, desmontaje, reciclaje y valorización.

Reciclado: En el proceso de reciclaje, los aparatos eléctricos y electrónicos se desmontan y se descontaminan las sustancias peligrosas en caso de que las contengan. El proceso implica la recuperación de materiales como plásticos, metales o vidrio para su posterior reciclado.

Valorización energética: Se trata de buscar otros usos energéticos a los materiales de los aparatos eléctricos y electrónicos.

Eliminación: Implica la eliminación de aparatos o de sus componentes cuando no pueden reutilizarse, reciclarse o usarse para la valorización energética. Es el último paso a seguir en el tratamiento de reducción de residuos.

El proceso del reciclaje se realiza del siguiente modo:

Desmontaje y descontaminación. Las lámparas, baterías, cables y el resto de los componentes eléctricos son

eliminados de los aparatos al comienzo del proceso de reciclaje. En la etapa de descontaminación, que debe ser realizada por empresas gestoras de residuos peligrosos y puede ser posterior al desmontaje, se quitan todos los

elementos peligrosos, como pueden ser, por ejemplo: aceites, componentes que tengan mercurio, amianto,

plásticos que contengan PBB o PBBE, sustancias radioactivas, pilas, tubos de rayos catódicos, condensadores con

policlorobifenilos, etc. Si no se pueden reutilizar o reciclar se neutralizan para evitar la contaminación. La mayoría

de los residuos de línea blanca contienen cadmio, plomo, derivados bromados, mercurio, cromo hexavalente,

baterías de plomo, salinas o alcalinas, etc., que son tóxicos para los seres humanos, animales y plantas y degradan

el medio ambiente. Si bien estas sustancias están reguladas actualmente, hay que tener en cuenta que los aparatos

antiguos denominados históricos tienen mayor proporción de los elementos peligrosos.

Materiales para reciclaje electronico y su manejo

Trituración. Una vez se separan las partes peligrosas, el resto de los residuos se trituran y posteriormente se

dividen en cuatro apartados: metales de hierro, otros metales no férreos, vidrios y plásticos.

Uso de los materiales reciclables. Los materiales aptos para el reciclaje -metales, plásticos y vidrio-se utilizan

para nuevos productos, lo que da lugar a un doble ahorro: energético y de materias primas. La proporción de cada

una de ellos dependerá del tipo de aparato de que se trate. Así, por ejemplo, un aparato de línea blanca está

constituido principalmente por metales, mientras que en un equipo electrónico de consumo es el plástico su

principal componente.

  • Los metales, ya sean de hierro o no, pueden reciclarse indefinidamente porque nunca pierden sus
  • propiedades. Los metales de hierro reciclados se usan en la industria del acero. Tras la purificación y
  • fundición de los metales que no son de hierro -cobre, estaño, zinc y los metales preciosos como el oro y la
  • plata- se reciclan y sirven para fabricar cables y nuevos componentes eléctricos.
  • El vidrio, una vez limpio y triturado, se reutiliza para las pantallas de televisión y ordenador, entre otros usos.
  • Los plásticos recuperados se transforman en pequeñas partículas que se limpian y secan, y que a su vez se
  • transforman en gránulos que adquieren un nuevo color. Estos materiales se reutilizan para la industria de los muebles y automóviles.